4/22/2005

Una más y nos vamos (2)

Víctor bajó del coche que acababa de estacionar frente a su casa. Era una casa bastante pequeña, pero que él mismo había comprado antes de casarse con un dinero que su padrino le había dejado al morir, ya que éste no tenía hijos y era viudo, así que decidió que Víctor lo tuviese; por su parte Vícotr hubiera desado más que su padrino le dejara la casa en la que él vivío, pero pues con el dinero compró su casa. El Charal bajó del coche junto con los demás gorrones que llegaban del coche del Paco y se dirigieron la puerta que abría Víctor haciendo la seña de que pasaran. Le grito a su mujer, que se llamaba Cristina por ese entonces y que meses después de divorciarse de Víctor se cambió el nombre a Lorena, pero se dió cuenta de que sí amaba a Víctor y regresó con él, pero eso no es parte de nuestro relato. Resulta que Cristina que estaba en la cocina salió amorosamente a recibir a su marido del cual estaba enamorada en esos momentos a fé ciega. Víctor le dijo que sus amigos estaban en la sala y que la quería presentar con ellos.
Pasaron a la sala donde estaban acomodados como pudieron todo el equipo de fútbol; unos en los sillones y otros que habían jalado unas sillas del pequeño comedorcito, otros en el piso. Cristina se acercó a ellos y reconoció de inmediato al Charal.
- ¿Javier? - le preguntó ella en cuanto lo vió más de cerca.
- ¿Cristina? - respondió él sin demasiada imaginación
- ¡Javier! ¡Eres tú!
- ¡Sí, soy yo! - contestó el Charal mientras abrazaba a Cristina - No me digas que te casaste con el Javier.
- ¿Qué no te dijo?

1 comentario:

Jose Luis Montero. Yoko dijo...

Hola Bere, a lo que preguntabas de "Me esperan" sí, ahí acaba. Me gustó la forma en como suceden las cosas así de repente con el asalto, y cuando crees que va a ser el ligue no pasa porque él se tiene que ir. Ella se da cuenta de él, pero tiene algo que hacer y se va, y cuando quiere regresar no esta él. Tal vez el final no es lo que acostumbro en los otros, pero este me agradó. En fin, saludos