6/13/2013

La Niña

Le dicen la Niña y siempre se le ve en la construcción de un lado para otro, acarrenado botes y limpiando los escombros: juntando los cascajos que se sacaban y recogiendo todos los desperdicios que salían. Nadie le hacía caso ni se metía con ella pero todos la conocían. También estaba a cargo de la tienda y vendía productos de Avón a quien pudiera. Empezó a ir al programa de regularización que la constructora les ofrecía para terminar su educación básica y allí fue donde esta historia llegó.
Ella siempre supo que era diferente y no dudaba en ningún momento de mostrarse tal cual. Sabíamos que vivía con alguien o por lo menos lo hizo mucho tiempo porque hasta hacía poco él se fue abandonándole. De un día para otro le dijo que ya no quería estar con él, que quería tener familia y sabía que ella no se la podría dar. A pesar de haber estado con él tanto tiempo y de saber que la quería fue más importante lo que la familia le dijo a aceptar las cosas como eran. Ella se puso triste; qué otra cosa podía hacer; de un día para otro las cosas de él ya no estaban; las había sacado mientras trabajaba. 
Pero a pesar de todo, ella es feliz. Sabe que no es el único que hay y que tarde o temprano habrá alguien más.
Le dicen La Niña a pesar que su nombre es Alejandro. Nadie se mete con ella y nadie le dice nada. La respetan en la construcción, a pesar de lo que uno pensaría por como pintan esos lugares y es feliz en lo que puede ser feliz.