9/16/2005

Anécdota: Los 15 de septiembre.

Antes de comenzar con las anécdotas de este día, es necesario que mencione algunas cosas que han pasado en este blog. La primera de ellas es que por motivos de trabajo, no m ha sido posible actualuzar tan a menudo este blog como lo hacía antes; aún así seguiré escribiéndolo. Dos, las últimas historias que he escrito (La chica de los ojos azules y Un libro) son parte de la misma historia, podríamos decir que son capítulos de una historia más larga que intento realizar si todo continua bien, porfavor comenten si les agrada o continuo con el formato de historias cortas. Tres, pienso publicar una serie de pensamientos o poemas una vez por semana como vieron ya comencé hace un par de ellas, así que si tenes algo que quisieras que fuera publicado, mándalo a mi correo (mi dirección es yokitocain@gmail.com ) y publicaré lo que me parezca adecuado, ok? Es todo lo que tenía que decir.
Ahora continuemos con las anécdotas. Los 15 de septiembre(en realidad es el 16, pero por motios oscuros...) son una fecha muy importante para los mexicanos, celebramos la independencia de España para ser un país libre y sobreano (esto puede implicar cometer nuestros propios errores). Uno de mis primeros recuerdos del 15 es una vez que fuimos al zócalo a dar el grito, acostumbrabamos hacerlo año con año, pero mi primer recuerdo de ese día era como de los 5 ó 6 años. Recuerdo que íbamos caminando por frente a las ruinas del templo mayor que estaban iluminadas muy sobríamente, alrededor vendían crucifijos iluminados de cialum, así como pulseritas de colores fluorecentes que me llamaban la atención. Mi papá me cargaba y mi mamá a mi hermana y caminamos hasta la plancha del zócalo donde mucha gente estaba aventándose confeti y rompiéndose huevos en la cabeza, esperamos unas horas para oir al presidente dar el grito, pero éramos muy pequeños y nos desesperamos del lugar, nos fuimos poco antes de que dieran el girot y sólo a lo lejos alcanzamos a ver los castillos (castillos son fuegos artificiales de muchos colores).
Ayer creo que fue de los más raros quince de septiembre que tuve. Lo festejé en la camioneta manejando y cantando el himno patrióticamente en compañía de algunos amigos, sin licor, sin cuetes, ni música; oyéndolo todo desde el radio, oyendo como el presidente daba su grito de 5 minutos uqe no reflejaba la importancia del día ni del orgullo de ser mexicano.

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