4/09/2005

Me esperan

La ciudad era un total caos como todos los días entre las 8 y las 10 de la mañana. Para colmo, el coche de Gabriel estaba en el taller por lo que era casi inevitable surcar todo el tráfico matinal por micro, ya que el metro era una dimensión a la que era imposible entrar.
Sabiendo esto y más, Gabriel se levantó temprano, incluso más de lo que normalmente lo hacía, arreglo sus cosas desde la noche anterior para no andar con demasiadas prisas por la mañana, y se sencargo de revisar dos veces el despertador. Sin más, se fue a dormir.
Todo parecía en verdad perfecto en ese día, o al menos eso creía él antes de salir de su casa para tomar el camión que lo llevaría a la escuela donde daba clases por la mañana. El despertador sonó oportunamente, se bañó y arregló rápidamente e incluso le dió suficente tiempo para desayunar algo, cosa que rara vez hacía. A todo esto salió media hora más temprano de lo que usualmente lo hacía en el carro, y así salió a la avenida a esperar el micro.
Fue en ese intante cuando las cosas comenzaron a ponerse mal. Llegó tranquilamente a la esquina a esperar el camión, se sorprendió de que no hubiese otras personas haciendo lo mismo, pero pensó que tal vez era por lo temprano que había salido. Esperó un poco hasta que el primer camión pasó. ¡Oh sorpresa! El camión se acercaba lentamente mostrando a lo lejos una pequeña masa que sobresalía lateralmente del micro; mientras más se acercaba pudo reconocer que la masa que se veía era un gran número de personas que iban de "moscas" en él. Hizo la parada, pero el micro la ignoró completamente siguiendo de largo, además era imposible que pudiese subir al camión, así que decidió esperar un poco más.
Continuará...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me agrada sobremanera la forma en la que relatas tus historias, gracias por los consejos creeme que los tomo mucho encuenta.sigue asi