11/28/2006

Camino (2)

La chica tomó mi orden y se fue al pequeño cuarto al fondo de la cobacha, observé una vez más el lugar, se veía sucio y descuidado, pero brindaba una extraña sensación de quietud. Escuché ruidos dentro del cuartucho: carne puesta a freir, una maquina para hacer tortillas a mano, el sonido de agua al ser vertida... Empecé a imaginarme los tacos aún antes de que estos estuvieran frente a mí. La música no dejaba de sonar con canciones norteñas que poco llamaban mi atención, salvo por el hecho de distraerme un poco esperando la comida.
Miré el reloj una vez más. Habían pasado alguno sminutos desde que ella se había metido al cuartillo. Comencé a desesperarme por alguna extraña razón; me levanté de la silla para asomarme al lugar donde ella había entrado. No había nadie, o por lo menos no veía a nadie. Hablé en voz alta para ver si había respuesta

11/22/2006

Camino

Seguí el camino por dos horas sin vista alguna del señalamiento. Revisé el croquis que me había dado Seferino para el rancho de su abuelo donde sería la boda, observé el puente frente a mí y lo comparé con el dibujado en el papel que decía se llamaba "Agua Prieta", leí el letrero del puente mencionándome el nombre de "Río San Fermín". Era el quinto puente que pasaba y seguía esperando ansiosamente el "Agua Prieta" para girar poco después a la derecha y tomar un camino de terrazería que me llevaría al rancho, pero nada.
A lo lejos vi un local al lado del camino. "Se venden Quesadillas y Tacos" decía un letrero salido pocos pasos del camino; "Refrescos Frios" decía otro. Decidí bajarme a comer algo, si ya iba a llegar tarde mejor que llegara comido, además la ceremonia era entrada la noche, y pese a que llevaba un rato perdido aún era demasiado temprano. Disminuí la velocidad, estacioné el auto pocos metros de la pequeña cobacha y bajé. Miré el lugar: algunas mesas y sillas, un refrigerador con refrescos, un radio que sintonizaba "La Sinfonola" y una muchacha que dormía sobre una mesa. A lo lejo se oía un perro que ladraba y las voces de unos niños jugando.
- ¿Hola? - Llamé intentando llamar la atención de la muchacha. - ¿Hola?
Se sobresaltó al escuchar mi voz y me miró con los ojos hinchados de sueño y llanto. Se veía mal en verdad.
- Perdón... ¿Qué va a llevar? - me preguntó. La observé mientras se incorporaba. Le calculé unos 20 años. Era delgada y cabello quebrado café; me sorprendieron sus ojos cafés claros que a pesar de estar hinchados lucían muy bellos...
- ¿De qué tiene tacos? - Pregunté mientras me sentaba en la mesa más próxima
- De cecina, longaniza, bisteck... También hay quesadillas de chicharrón, flor de calabaza, hongos pancita, sesos....
- Me das dos tacos de cecina y una quesadilla de flor con queso. Y una coca por favor.