Mi relación con la policía no ha sido nunca demasiada buena, no lo digo porque haya estado en serios problemas o algo así; sino que por lo mismo de las insignificancias de estas cosas no han sido muy provechosas para ambas partes, sino que al contrario me toca la de perder.
Una de la principales sucedió una vez que regresábamos de tomar unas cervezas del Julio's allá por el rumbo de Cuitlahuac, a un lado de la UNITEC. Ya habíamos pasado un ratote allá y como ya no había dinero y Mayela tenía que irse temprano y Emilio pues no andaba muy dsipuesto por que acababa de terminar con Mayela también decidió irse. Por ese tiempo la líena 5 del metro sólo funcionaba hasta las 9 debido a que la estaban arreglando. Así que aunque lo más seguro es que los dos no quisieran irse juntos, los tres nos subimos al camión que nos deja en el metro Deportivo Oceanía y que se avienta todo Mariano Escobedo-Cuitlahuac-Norte 101; eran como las 8 y pues ellos tenían la presión de llegar a la línea 5 antes que la cerraran. Así pues pasó el camino; ellos dos junto hablando no sé qué y yo por otro lado medio ebrio sentado con una ganas tremendas de hacer del baño.
Una de la principales sucedió una vez que regresábamos de tomar unas cervezas del Julio's allá por el rumbo de Cuitlahuac, a un lado de la UNITEC. Ya habíamos pasado un ratote allá y como ya no había dinero y Mayela tenía que irse temprano y Emilio pues no andaba muy dsipuesto por que acababa de terminar con Mayela también decidió irse. Por ese tiempo la líena 5 del metro sólo funcionaba hasta las 9 debido a que la estaban arreglando. Así que aunque lo más seguro es que los dos no quisieran irse juntos, los tres nos subimos al camión que nos deja en el metro Deportivo Oceanía y que se avienta todo Mariano Escobedo-Cuitlahuac-Norte 101; eran como las 8 y pues ellos tenían la presión de llegar a la línea 5 antes que la cerraran. Así pues pasó el camino; ellos dos junto hablando no sé qué y yo por otro lado medio ebrio sentado con una ganas tremendas de hacer del baño.
Llegamos a la terminal y bajamos del micro y entonces le digo a Emilio que me andaba miando y como al lado del metro hay un pequeño parque pues decidí ir a vaciar las ganas. Estaba en eso cuando veo que a lo lejos se acercan dos tipos y atrás de ellos otros dos; yo ya había acabado y ya me iba cuando veo que uno de los tipos que venían atras de los primeros me empieza a hablar: un policía. Comenzó a decirme que estaba cometiendo faltas a la moral y que tenían que llevarme a la delegación; le contesté que pues entendiera que tenía muchas ganas y que no me podía aguantar; así estuvimos hasta que salimos del parquecito y Emilio se dio cuenta de esto y se acercó. El poli le dijo lo que pasaba y pues quería una mordida para dejarme ir: cincuenta varos. Así Emilio y yo comenzamos a decir que no traíamos, el poli andae necio y hasta le dijo que le pidiéramos a la chica que iba con nosotros. Total que no le dimos nada y me dejo ir. Esa fue una.
Otra mala anécdota que tengo con los "tiras" fue cuando iba a dejar mercancía a casa de Violeta (mi "prima") en el coche. Era un sábado y pues mi madre se quedó en el trabajo; Brisa, mi hermana, iba a ir a una parte y me dijo que si la podía dejar en el metro así que dije que sí. Por cosas que suceden, no pude dejarla en el metro de la casa y terminé dejándola en el metro Impulsora, así que me tuve que ir en el carril de baja velocidad con carga. Para mi mala suerte una patrulla iba a dos carriles de mí y un micro me cubría, pero éste se adelantó y los polis me vieron con la carga. Yo aceleré pero me tocaron sirena y me hicieron parar. Era la primera vez que me pasaba algo así. Comenzaron a decirme que que era lo que traía y que si tenía las notas, les decía que lo acababa de comprar y que se me habían olvidado las notas, así que querían incautarme el coche y dejarlo en el corralón; el principal motivo: no traía licencia. Después de "negociar" con ellos, dejaron que fuera a dejar la carga, pero me quitaron la tarjeta de circulación y mi celular hasta que les diera 600 varos. Total, terminé pagándolos y me regresaron las cosas.
La última de estas situaciones sucedió ayer; igual que la anterior llevaba carga, pero traía la camioneta. Sucede que iba a echar gasolina y para entrar a la gasolinería hay que dar vuelta en un retorno; me orille a mi carril y puse mi dereccional. Todo iba bien hasta que al dar la vuelta por alguna razón me abrí al darla (de hecho fue porque para pasar necesitaba agarrar la vuelta un poco más abierta para entrar en medio de unos postes) y un coche que iba en segundo carril del retorno se encagnchó con la defensa de la camioneta y madreó el frente del coche. Me paré y el tipo del otro coche se paró y pues ya nos encaramos y le dije que como daba la vuelta él me dijo que porque me abría y así. Hasta que nos calmamos un poco y pues me dijo que era policía. Yo lo sabía desde que lo ví vajar: chaleco negro, pantalón negro y camisa girs, alto mal encarado y panzón: señas inequívocas de un judicial. Ya comenzamos a platicar "tranquilamente" y pues resultó ser buen cuate. Ya hablamos sobre el golpe y la noche que había tenido y demás. Quería quinientos pesos por el golpe y pues si de mí hubiera dependido en ese momento dárselos con mucho gusto lo hubiera hecho, pero no los traía. Le ofrecí los dsciman de mi herman ay los cien pesos que le iba a echar a la camioneta de gasolina pero no lo quiso. En eso que ve la carga y me dije "ya valió madres", pero no. El poli muy buena onda y todo me preguntó que traía y que si no había alguien que me pudiera hacer el paro. Le dije que llevaba calcetín y que iba a dejarlo a casa de mi tía. Le hablé a Viole para decirle lo que había pasado y me dijo que si lo llevaba hasta allá. Dejamos el cohce del poli en una hojalatería para que lo arreglaran y ya en el camino en la camioneta nos fuimos platicando bien a gusto y todo. Sin duda ambos nos caímos bien.
Llegamos a la casa de Viole y bajé los bultos, me dió el dinero y se lo dí además de una docena de calcetín, ya regresamos donde dejó el coche y me dió su teléfono para cualquier cosa que necesitara; además del golpe, ésta no estuvo tan mal.
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